Enero 2016

APUNTES ELECTRONICOS (ENERO, 2006)

A la mitad del camino de un escritor debe haber siempre una conversión. Y antes, un camino.

*

Escribe escuchando. Escribe para que otros escuchen. Escribir es escuchar. Escuchar es entender. Entender transforma.

*

Nosotros queremos entender con los ojos. Por eso nos hemos vueltos sordos.

*

Filautía y estulticia construyen a la actual literatura.

Si el escritor rompe con la filautía y estulticia puede volverse otra figura psíquica. Su primera fase será la de un conocedor diabólico que si prosigue su camino puede convertirse en una sombra sabia.

A partir de esa fase, el escritor literario desaparece y la sombra sabia camina.

*

Los escritores que no poseen principios propios de experiencia etopoética al leer ideas de otros las convierten en información.

Una vez convertidas en información, las redicen, para colgárselas como medallas inmediatas.

Al redecir aquello que otros han forjado mediante su experiencia, lo vacían de todo contenido, así incluso la sabiduría es convertida en parte de un look retro.

El escritor literario, como tal, arruina.

*

Los intelectuales mexicanos saben cooptar. En lo que queda de la década van a vampirizar toda izquierda para ocultar que fueron derecha.

*

César Aira es sólo un gran escritor para aquellos todavía menos interesantes que él. Nadie podría decir que Aira es un mal escritor pero, mucho menos, nadie podría decir que es un gran escritor. Aira se encargó de consolidar el mito del escritor que puede gozar de prestigio sin alcanzar grandes obras. Aira = libro sin aura. La escritura de Aira no puede reducirse a este aspecto pero este aspecto es justo el que ha generado el fenómeno mitológico de Aira. En una literatura como la argentina (y la latinoamericana) en que Borges, Sábato y Cortázar habían establecido un estándar muy alto, era necesario un relajante. (Un tranquilizante más post-edípico que edípico). Quien mejor encarnó tal escritura y publicación calmantes fue Aira. Y en cada literatura nacional hay un Aira. Como todo mito, el Airismo legitima a la figura del escritor que no tienen nada qué aportar a la literatura, pero sabe manejar su retórica aséptica. Una vez que Aira es considerado un gran escritor, entonces, por extensión, numerosos escritores pálidos, en cada literatura y generación, reclaman que se les reconozca por su Aira de Familia. Pero, sobre todo, el mito de Aira consiste en hacer posible que exista un prolífico escritor de libros-sin-aura que, sin embargo, pueda ser convertido en un Escritor con Aura. Es sólo la obra la que ha dejado de interesar a la literatura pero no el aura.

*

Si hablas sobre Heidegger pero cuentas un chiste, la gente recordará y repetirá el chiste. Si hablas sobre lo sagrado y tocas el tema de la mierda, la gente contará a otros lo que dijiste sobre la mierda.

Los transmisores debemos saber que la gente, debido a la inopia y el miedo, conserva de las palabras y conocimiento de otros lo inferior.

Lo que un grupo de personas compartirá de un mensaje transmitido será lo que corresponda al más bajo denominador común.

El más bajo denominador común de contenidos y formas es lo que suelen circular los gobiernos y medios hacia las poblaciones, y lo que las poblaciones comparten entre sí, por ejemplo, en pláticas y redes.

Cuida qué transmites. Recuerda que la transmisión tiene niveles.

*

Las obras del más bajo denominador común, muy probablemente, serán las que encabecen las listas de popularidad reales.

*

Entre más el sistema la cree irrelevante (pero le permite atrincherarse en sus viejos espacios) más crucial se cree la élite cultural.

Listas, premios, becas, publicaciones, retratos, congresos, grados, invitaciones, enorgullecerán grandemente a las élites antes de ser eliminadas.

Nos vestimos, hablamos, visualizamos, relacionamos para distinguirnos de los millones de humanos esclavos. No para ayudarles.

La ausencia de solidaridad de las élites culturales las hace merecedoras de ser destruidas, junto con los amos, por la futura revuelta mundial.

La cultura alta es un contrato de traición contra el dolor de las mayorías.

*